Tengo un corazón,
dos dilemas,
tres notas a mano en la página de este libro,
cuatro crisis existenciales
y cinco versos en este poema.
Tengo seis dilemas,
siete formas de resolverlos,
ocho intentos para hacerlo,
nueve copas de más
y diez noches de menos.
Tengo once primeros días de un año,
doce para asimilarlos,
trece de buena suerte,
catorce para enamorarme
y quince para empezar a ser algo.
Tengo dieciséis poemas inacabados,
diecisiete rimas mal tachadas,
dieciocho comas mal contadas,
diecinueve versos que se mueven
y veinte lunas a la espalda.
Tengo veintiún errores,
veintidós intentos de canciones,
veintitrés años padecidos,
veinticuatro meses sin sueños
y veinticinco de ellos sin dormir.
Tengo veintiséis tramos horarios,
veintisiete órganos vitales,
veintiocho colapsos mentales,
veintinueve versos que no son nada
y treinta que significan demasiado.
29 de julio de 2014
5 de julio de 2014
Vienes y te vas,
Maquillas la noche en la sombra de tus ojos
y te escondes bajo el naranja de una piel rugosa.
Pero dulce.
Historias dibujan tu piel
cartografiando un pasado
y guiando al presente.
Renaces entre sonrisas de nieve
y romances de trigo,
sueles querer sin serlo
y terminas siendo sin quererlo.
Ahogo la incertidumbre en versos
y descorcho la botella
vertiendo el mensaje del náufrago
en una copa de sueños
Destapas la esencia
de lo dulce del anís.
Maquillas la noche en la sombra de tus ojos
y te escondes bajo el naranja de una piel rugosa.
Pero dulce.
Historias dibujan tu piel
cartografiando un pasado
y guiando al presente.
Renaces entre sonrisas de nieve
y romances de trigo,
sueles querer sin serlo
y terminas siendo sin quererlo.
Ahogo la incertidumbre en versos
y descorcho la botella
vertiendo el mensaje del náufrago
en una copa de sueños
Destapas la esencia
de lo dulce del anís.
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