13 de abril de 2013

Escribir sobre un fondo blanco 
para sentirse reflejado al comenzar, 
para sentir las agallas de un combate
que tu pluma, la tinta y el papel
van a disputar.

No por escribir se siente,
pero sí por no sentir se escribe.

Tan fiero es el combate,
que en un poema no cabe
el dolor o la sangre
del cercenado corazón 
por la batalla sangrante.

Cual capitán de batalla te hayas solo
rodeado del sonido ambiente,
dejando que todo lo demás 
recorra a cámara lenta la escena,
mientras tú pereces ante un pedazo de papel
mutilado por las estocadas que asestaste.

Pasa el tiempo y las heridas del blanco
cicatrizan
dejando atrás aquella batalla librada
aquella tristeza enjaulada
ya sólo son manchas.


-que hieren cuando las repasas-

3 de abril de 2013

Ven,
tengo guardado para ti
un pequeño rincón en mi cama,
pequeño como tú,
pequeño para poder apretarnos
las ganas.

Ven,
que no te guardo rencores
al fin y al cabo
aprendemos de errores,
bésame y deja que llene
la cama de flores.

Ven,
no me andaré por las ramas
pues mi cuerpo está en llamas
de verte caminar,
sonríe y me bastará
con ver tu felicidad.

Ven,
prepara el salvavidas
entre gemidos iremos a nadar,
bucea, bebe y vive
este es el principio
de nuestro cristal.

En mi empeño no voy a cejar,
me sentaré aquí a mirar
como contoneas tus caderas 
y haces que la tierra se estremezca
pareciendo gemir;
me tumbaré
y le susurraré a tu pelo
que acaricie mis costillas
como sólo él sabe hacerlo;
te desnudaré
abrazaré tu piel 
con cada poro de la mía
dejaré que sean nuestros sudores
quienes follen.

¿A qué esperas?


Ven,
prepara el salvavidas
entre gemidos iremos a nadar,
bucea, bebe y vive
este es el principio
de nuestro cristal.

1 de abril de 2013

Llueve,
las hojas de los naranjos
que rozan el aféizar de mi ventana 
se hayan mojadas, 
mi mirada se escapa perdida 
entre las rendijas que dejan 
las gotas condensadas en mi ventana, 
cristal al cristal.

Humedades,
al fin y al cabo el juego trata de eso
¿No?
humedecer otros labios,
dejarse humedecer por sus piernas
bailar la humedad de tu lengua en su espalda.

¿De qué sirve crecer
si nos niegan la lujuria?
Pecado capital lo llaman
Capital necesidad les respondo
Querer irse y venir
Un continuo viaje que cuesta detener
La carretera es así de caprichosa
Como tú.

Mis días en ti se sienten verano;
cálidos, sudorosos, mojados,
pensarte y sentir erizarse mi piel
justo como cuando piso el mar
por primera vez en todo el año,
y así siempre. 

¿Imaginarse una despedida?
Merece la pena
solamente por el beso del reencuentro
por el abrazo que potencia mis latidos.

Si lo nuestro no es eléctrico,
que venga Thor y lo vea.