29 de febrero de 2016

Quiéreme así,
raro y desnudo,
con alguna mentira en la boca
y toda la verdad en la mirada.              

Quiéreme como si valiera la pena,
como si la vida solo un corazón tuviese,
como se toca a la seda y se bebe el vino,
con cuidado y expectante.

Ámame loco, risueño, triste, enamorado,
hazlo encendida y al dormir,
con el moño puesto, la sonrisa a cuestas
y el genio de quien un mal pronto tiene.

Ten presente un testamento,
el legado que de mis palabras se extrae:
si es por ti,
merece la pena morir.

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