15 de julio de 2012

La lluvia seguirá cayendo entre las hojas...


-¿Es cierto eso que cuentan? 

-¿Lo de Rose Mary? Me temo que sí...

-Vaya, era una buena chica... No entiendo cómo pudo fugarse con su mejor amiga... El mundo se va a la mierda...

-Quizás estemos equivocados y comienza a arreglarse...




...y el Sol seguirá saliendo por el este.

12 de julio de 2012

Silencio...

   Da igual en lo que pienses, nada es mejor compañero que el silencio. El silencio nos deja ser quién verdaderamente somos, nos deja nuestro espacio y, a la vez, se deja encontrar cuando lo necesitamos, nos aporta una serenidad que nadie, excepto un abrazo materno, es capaz de aportar. 

  ¿Os imagináis poder tener al silencio como amante en un menàge a trois? Solamente hablarían los sentidos; La vista nos haría fijarnos en los más ínfimos detalles, el gusto dejaría a nuestro paladar el placer de saciar el hambre de pasión, el olfato precipitaría olores en nuestras fosas nasales que jamás podríamos haber captado, incluso el oído nos permitiría escuchar la dulce melodía que produciría el tacto de nuestras huellas dactilares en la piel de la otra persona...

   ¿Por qué los grandes genios eran noctámbulos? Porque era el mejor momento del día para entregarse al silencio. El silencio libera a nuestra mente de mundanales ocupaciones, de estruendosos ruidos, de interrupciones absurdas... El silencio potencia nuestra capacidad de concentración y nuestra magia interior, poetiza nuestras almas. 

   Resulta curioso escribir al silencio mientras éste te abraza.

10 de julio de 2012

No se puede controlar, simplemente eso.

   Por mucho que intentemos que algo o alguien siga el sendero que sabes que le hará feliz lo único que puedes terminar haciendo es mirar como intenta atravesar las rocas, los escarpados riscos e incluso, los acantilados más abruptos. 

   Amamos a las personas por lo que son y son lo que son por lo que han vivido ¿Quienes somos nosotros para no dejarles vivir como les dicte su corazón o su conciencia? Por mucho que nos duela ver sufrir a alguien es necesario que lo haga, nadie escarmienta en cabeza ajena, solamente podemos estar ahí para ser su apoyo en los momentos que nos necesiten. 

   Es curioso como nos condiciona el miedo, tanto que llega a alejarnos de cómo somos realmente. He pasado noches en vela, noches en celo y noches en el suelo, pero rara vez había pasado una noche en miedo y no miedo por mi, miedo por la felicidad de los que me importan. 

   ¡Qué fácil sería imitar a los críos y arreglarlo todo con un beso y de corazón!

    Lástima que hayamos perdido la inocencia y la capacidad de ver las cosas con la sencillez que se merecen...
Necesitaba compartir un poema que escribí hace tiempo, sé que tiene sus fallos y sus virtudes, pero le tengo cariño:


Por calles vacías, desoladas y rocosas
cual fantasma el caminante pasea,
aceros enzarzados en una cruenta batalla que
al fin de respirar, separan sus hojas del rechinar.
Sobrantes quietudes en un rostro
merecedor de guiños ávidos de sonrisas.

Dorados trazos de fina seda
ondean en el lienzo celestial,
agujas de carne acarician su textura
y embriagan su danzar.
Destrozada la sabia del tallo
que una vez en su vientre creció.

¿Quién alcanzará la dicha de bañarse en el mar
que forman tus ojos?
Los susurros de un respirar sincero
Las verdades de unos ojos bañados en mentiras.


¿Alguien adivina el tema? 

9 de julio de 2012

   ¿Cómo puede una ciudad cambiarte tanto la vida? Buena pregunta. Quizá la respuesta no sea exactamente un cómo, si no un quién o quiénes, al menos en mi caso es así.

   Podría afirmar sin que me tiemble la voz que los dos mejores fines de semana de mi vida han sido en la misma ciudad, Madrid. Y no creo que esto sea casualidad, pues las personas que allí me encontré son únicas. 

   El primer fin de semana fue de continuas sorpresas; todo era nuevo para mi, las personas, las situaciones, los lugares... Se trataba de personas con las que llevaba hablando meses, con algunas incluso un año, nos conocíamos todo lo que se puede conocer a alguien a través de una pantalla. Reconozco que iba con un poco de miedo por las posibles decepciones que siempre se suelen dar en una "desvirtualización", pero nada más lejos de lo sucedido. Aquellas personas eran todas maravillosas, con sus fallos y sus virtudes pero todos encajaban tan bien conmigo que era una liberación absoluta, una felicidad continuada que me hacía sentir en el cielo.

   Al siguiente fin de semana, del cual no hace tanto, iba con más seguridad, la confianza había ido en aumento y la forma de vivir aquella experiencia sería distinta. Lamenté mucho el hecho de que una de ellas no estuviera con nosotros, pero sé que el tiempo nos volverá a unir. Este fin de semana en seguida desbancó al otro, la confianza aumentada hizo su magia y logró que todos nos abriéramos más, lo cual propició que el cariño y la felicidad para con esas personas fuera en aumento. Ese mismo fin de semana acerqué mi relación a otras personas con las que había pasado menos tiempo del que me hubiera gustado la vez anterior y, nuevamente, volví a quedar maravillado con ellas.

   Cuando tocó el momento de despedirme lo hice con una sonrisa, de forma natural y como el que se despide de sus padres al salir de casa, sabía que volvería a verlos. Aunque, una vez en el bus, no pude evitar que alguna intrépida lágrima saliera al exterior en busca de aventuras, lo que tengo claro es que ese breve llanto contenía el mismo porcentaje de pena que de alegría.

   Desde aquí quiero pronunciarme oficialmente hacia todas esas personas que han hecho posible tanta alegría: Gracias.

8 de julio de 2012

   ¿Qué somos realmente? Creo que todos nos hemos hecho esta pregunta varias veces y, posiblemente, jamás le hayamos dado el tiempo necesario para responderla. En mi caso se necesitarían años de pensamiento ininterrumpido para dar una respuesta medianamente aceptable, pues en muchos momentos me sorprendo a mi mismo. 

   ¿No os ha pasado que habéis hecho algo de lo que después te has arrepentido? Pues es una constante en mi vida; quizá no arrepentirme, pues yo soy de los que piensan que todo nos enseña algo, pero sí quedarme pensativo hasta el punto de decirme a mi mismo ¿Qué cojones haces? pues muchas veces hago idioteces o comentarios que resultan incómodos o gilipollezcos y eso repercute en la forma de pensar que tienen los demás acerca de mi, pues me ven como el personaje que he terminado creando más que por la persona que soy.

   También me agobia el hecho de hablarle a alguien sin tener algún tema concreto, normalmente lo hago para conocer más a la persona, soy muy inquieto y curioso y gusto mucho de conocer a las personas en profundidad (aunque la mayoría se cierra pronto), hay multitud de personas maravillosas que merecen ser conocidas y no quiero perderme eso. Sí, ya sé que esta actitud de abrirme muy pronto a los demás termina por causarme problemas o debilidades pero si conozco a una persona que valga la pena, entre 10 que no la merezcan, me daré por satisfecho.

   Soy consciente de que soy la prueba humana de una impresora nueva, mi primera impresión siempre es mala; a veces me toman de payaso, a veces de tonto, a veces de chulo... En general me suelen dar multitud de calificativos y ninguno bueno, pero eso es algo a lo que estoy acostumbrado y que, en cierto modo, juega a mi favor. Juega a mi favor por el mero hecho de que ya no puedo bajar más, todo lo que me queda por dar son impresiones buenas y, generalmente, las personas que se preocupan en darme un margen, terminan por tomarme cariño de una u otra manera.

   Bueno, este no soy yo, esta es una parte de mi, un enfoque sobre el que podría estar escribiendo horas e incluso días, pero no es información para el que no quiera saberla. 


   Gracias por acompañarme en mis pensamientos.

7 de julio de 2012

   He tenido muchos blog a lo largo de mi vida, todos de diferentes temas y específicos y ninguno de una duración reseñable, es por eso que he decidido crear este blog en el que hablar de todo y nada, en el que hablar de lo que me venga en gana. 

   El título del blog "El Insomnio de Morfeo" lo he escogido por la contraposición que suponen los dos términos destacables de él, "Insomnio" y "Morfeo" y por lo presentes que están ambos en mi vida. El primero hace referencia a la falta de sueño o a la imposibilidad de dormir; el segundo, por su parte, hace referencia al Dios del Sueño. Yo me considero un tipo soñador, tanto que a veces pierdo la consciencia del presente y vivo en futuros que puede que no sucedan jamás, y el hecho de padecer insomnio crónico desde hace unos años me impide soñar con libertad.

   Seguramente escriba la mayoría de mis entradas en la noche, a altas horas de la madrugada, es cuando más inspirado me siento, cuando más a gusto conmigo mismo me siento, por lo tanto el título queda perfecto a mi ¿Vida?. 

   Con esta breve entrada me presento, bienvenidos.